martes, 3 de febrero de 2015

LA POLICIA FALSEA PRUEBAS


La Policía falsea pruebas… y le quitan importancia

Para que los ciudadanos nos sintamos seguros y creamos en la justicia, lo primero que tenemos que hacer es confiar (ciegamente) en la Policía. Se supone que son los buenos que luchan a riesgo de sus vidas por protegernos a los demás de los malos, ¿pero eso es siempre así o es una simple utopía? ¿Qué pasa si nos enteramos de que la Policía falsea pruebas?

¿Es cierto que la Policía falsea pruebas?

Supongo (o quiero suponer) que en muchos casos la Policía tendrá un comportamiento extremadamente correcto y hará bien su trabajo, pero lo cierto es que he tenido experiencias personales con ellos que me han demostrado que eso no es así en mucho casos; suelen tener todo tipo de prejuicios, desconocen en profundidad el funcionamiento de cierto tipo de delitos, especialmente cuando son societarios, lo cual les hace elaborar unos informes de risa (tengo uno de la Interpol que es digno de una película de la Pantera Rosa) que acaban estrellándose en tribunales, pero eso sí, después de haber detenido a quien no tocaba, pasearlo por calabozos inmundos, haberlo imputado en un delito que no había cometido, o simplemente en un delito inexistente, y haber ocasionado serios daños de imagen y económicos. Todo ello debidamente aderezado con una prepotencia y no diré que maltrato físico, pero sí psicológico.

La Policía falsea pruebas... ¿puede haber algo más grave?
Una práctica que se les achaca a menudo y que es difícil de demostrar si es cierta o no, pero lo parece, es la de atribuir delitos similares a una misma persona o grupo cuando han sido detenidos. Me refiero principalmente a robos y similares. Durante meses hay unos robos que no hay forma de atribuir a nadie, no hay pistas, no detienen a nadie... y de pronto pillan a un grupo de personas robando por la zona, la tentación de achacarle los robos anteriores puede ser grande porque de un plumazo cierran un montón de casos y su índice de éxitos sube a las nubes. En cierta ocasión, concretamente a finales del año 2006, tuve una conversación con un par de chavales que habían sido detenidos en uno de esos robos en la zona de Carabanchel, y la Policía, al detenerlos ya les dijo que iba a imputarles todos los de los últimos meses; ellos lo negaban, cosa también normal, pero... ¿qué hay de cierto en esas supuestas prácticas? Cuando en 2009 escribí mi novela El príncipe de las moscas mencioné en ella este asunto.
En cualquier caso, todo esto no son más que divagaciones mías a raíz de una reciente noticia sobre la detención de cinco funcionarios de la Brigada de la Policía Científica del distrito de Carabanchel de Madrid, algo así como los de CSI las Vegas, pero de ir por casa. Vamos, que ha sido leer la noticia y decirme a mí mismo... «la cosa viene de lejos, aquellos chavales ya fueron víctimas de esto y habrán pagado por muchos más robos de los que han hecho», ¿pero a quién le importa?, al fin y al cabo no eran más que unos chavales sin futuro.
A los detenidos se les acusa de adulterar pruebas en sus investigaciones para incrementar el nivel de casos resueltos, preocupante, ¿no?
Por lo visto la detención se ha producido tras la denuncia de otros componentes de la propia Brigada al detectar «alteración del procedimiento» en algunos casos. Parece ser que los detenidos falseaban análisis científicos para aumentar la estadística de casos resueltos (¿A qué me recuerda esto a mí?).

La Policía falsea pruebas... ¿y no lo consideran un hecho grave?

Puede que lo que más me preocupe no sea la existencia de estas manipulaciones de las que a mí ya me habían hablado de primera mano en 2006, sino el hecho de que después de descubiertas y denunciadas (ahora habrá que demostrar que son ciertas porque incluso la Policía tiene derecho a la presunción de inocencia que a veces ellos mismos no respetan) se les quieran quitar importancia. Vamos a ver, ¿cómo pueden decir que las investigaciones de las que se encarga una comisaría como la de Carabanchel no son de carácter grave?, y que los análisis básicamente son de huellas dactilares y no habrían afectado a casos de relevancia. Tengo que releerlo varias veces para creérmelo, o sea, que pintan unas huellas dactilares inexistentes o cambian unas por otras para «resolver los casos» y eso no es grave. ¿Y qué pasa con el que han detenido y acusado por algo que no ha hecho? Aunque sea un simple robo... ¿en serio se creen lo que están diciendo? ¿Que no tiene importancia? ¿Para quién no tiene importancia? Además, ¿quién garantiza que estas cosas solo pasen en «casos sin importancia»?
Yo creo que la cosa ES MUCHO MÁS GRAVE DE LO QUE QUIEREN ADMITIR, digan lo que digan, y pone en duda la fiabilidad de la Policía y su supuesta imparcialidad, demostrando una vez más su prepotencia y estatus de estar por encima de la ley. Vamos, que si ya tenía yo mis dudas, ahora ni os cuento.
Del Blog de Ramón Cerdá

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